jueves, 11 de febrero de 2010

Jesucristo Pan De Vida, Fraternidad Cristiana

Dos porciones de la Escritura han incidido profundamente en lo que es hoy nuestra congregación: el libro de Amós, y Mateo 25. Después del estudio de ambos, era impensable para nosotros hacer iglesia de otra manera, que no fuera la que tuviera la marca del Reino de Dios: la justicia social.

Debemos confesar que al inicio creíamos que estábamos locos, queriendo hacer algo que parecía romper con una estructura tan fuerte como la que han impuesto ahora las megas iglesias y su mensaje de prosperidad, donde la proyección social tiene poco lugar. Sin embargo, estábamos convencidos que la misión de la Iglesia en la tierra, no es procurarse comodidades ni lujos para sí, sino ser un vehículo de bendición y ayuda al barrio, comunidad o ciudad donde está inserta. Así empezamos esta aventura de hacer iglesia de manera diferente, con dos objetivos muy claros: defender la sana doctrina y promulgar el mensaje del Reino.

Hace poco más de un año nos invitaron a una reunión de la Red del Camino. No sabíamos que se trataba, pero cuando asistimos, fue grande la alegría de saber que no estábamos solos en esta “locura”, había otros pastores que estaban guiando a sus congregaciones a la obra social que Jesús nos encomendó.

A partir de la celebración del decimo aniversario de la Red, evento en el que tuvimos la oportunidad de participar, fuimos desafiados e inspirados por lo que otros pastores están haciendo, ver el impacto que están teniendo en su comunidades y sobre sectores de la población que están en riesgo social.

Por ello nos vimos aún más motivados a iniciar los proyectos que Dios ha puesto en nuestro corazón. Es así, que en el mes de octubre del 2009, rentamos una casa con el objetivo de convertirla en una “Casa de la Cultura”, (cultura del Reino) está ubicada en San Rafael Abajo, de Desamparados. Estamos equipándola para ofrecer clases de música, inglés y computación a niños y adolescentes de manera gratuita, en coordinación con las escuelas y colegios de la zona. También nos dirigimos a las mujeres, con cursos cortos, de manualidades, estética, cocina entre otros.

Hemos logrado contagiar a los miembros de nuestra congregación de la importancia de la justicia social, por lo que hemos podido apoyar a familias de escasos recursos no solo de nuestra congregación, sino a otras que no son creyentes pero que de igual forma necesitan la ayuda, y sobre todo, conocer el amor de Dios a través de la iglesia local.
Hacemos incursiones a la zona indígena Guaimí, donde buscamos satisfacer integralmente algunas necesidades de sus pobladores, además procuramos llevar alegría y alimentos a niños en riesgo de zonas urbano marginales.

Actualmente hemos iniciado el proceso de ayudar a personas con necesidades diferentes, acondicionando áreas en sus viviendas que les permitan vivir de forma más llevadera. Además hemos iniciado el proceso de levantamiento de fondos para abrir un Centro de Restauración para adictos e indigentes que deseen salir adelante, por lo que estamos organizando un concierto el próximo 7 de marzo, denominado “Freedom Voices Fest”. La idea es realizar este evento año a año, para levantar fondos y compartir el avance de la obra.

Estamos agradecidos con Dios de permitirnos ser parte de la Red del Camino, no sólo con la identificación clara que existe en cuanto a la misión integral, sino por la apertura a ayudarnos y orientarnos, de pastores que ya han caminado el camino que nosotros recién iniciamos. En ese sentido, los pastores Alberto Castro, y Roy Soto de Costa Rica, se han convertido en amigos con quien podemos contar, lo cual agradecemos de manera especial a nuestro Señor.

Así que, tenemos grandes expectativas de lo que Dios hará, cada vez que un pastor o congregación se vea “contagiada” del mensaje de la Red del Camino: somos conscientes que cada vez debemos ser más. Eso no es por competencia, sino para unidad y crecimiento del Reino aquí en la tierra.

Bendiciones!!!

Eduardo Campos Villarreal.
Pastor.

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