El pasado mes septiembre celebramos juntos en Comunidad Cristiana Shalom, un año más de independencia de nuestro bello país, Costa Rica. Todos y todas celebramos a una sola voz, en medio de bailes folklóricos, mascaradas, dramas, música en vivo y comidas típicas nuestra libertad primeramente en Jesús y luego como una nación orgullosa de su idiosincrasia.
Juntos y juntas pudimos celebrar esa libertad de cuerpo, alma y espíritu que Jesús nos ha dado, por medio de su sacrifico en la cruz. Es así como brotan múltiples expresiones de adoración a ese Dios creador de esta bella nación, Costa Rica, y desde las montañas de Fraijanes, emerge esa expresión de gratitud y regocijo en combinación con el sonido y sabor del folklor costarricense, la perfecta mezcla de libertad que todo ser humano busca en su diario vivir. Miguel de Cervantes Saavedra escribió: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. Ese aventurar es, vivir por él, soñar con él, reír con él, servirle a él.
Para nosotros como iglesia, como una comunidad de fe, el expresar nuestro civismo es parte trascendental de nuestro diario vivir y espiritualidad. La manifestación del reino de Dios es multicultural, es la muestra de la diversidad que los hijos e hijas de Dios poseen alrededor del mundo. Es cada tribu, cada lengua, cada nación que levanta un canto de exaltación al Dios soberano, todopoderoso dador de libertad plena a su pueblo amado.
Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz. Jeremías 29:7.Somos como ticos pacifistas no amanos la paz tan solamente, sino que construimos la paz.
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